
¿Qué es normal y qué anormal?
Pregunta aparentemente fácil de responder pero que suele ser fuente de discusiones, ya que lo que es normal para uno puede no serlo para otro y, por supuesto, todos tenemos la razón.
Desde luego existen una serie de temas en los que, aparentemente, sería fácil ponerse de acuerdo. Valores comúnmente aceptados por una inmensa mayoría.
Hoy quiero contar una historia cotidiana, inusual, anormal desde mi punto de vista pero, tal vez, normal desde el punto de vista de otros.
Viernes de madrugada, 2 de la madrugada. Una madre de 50 años sola con su hija de 5 años, que duerme; la madre decide ir a comprar tabaco y, ya que duerme la hija tomarse unas copas. La cosa se lía, desconecta el móvil y no le vuelve a conectar hasta las nueve de la mañana.
Mientras la niña se ha despertado y se ha dado cuenta que esta sola en casa, asustada sale a la calle descalza y en pijama. Llora. La serena de la calle la ve y la pregunta que hace sola en la calle. “Mi mamá se ha ido a jugar a las máquinas” Obviamente lleva a la niña a comisaría.
La madre cuando conecta el móvil a las nueve ve un montón de llamadas de la policía y les llama para preguntarles el porqué de tanta llamada. La policía le informa de la situación y ella dice que no sabe que la niña está sola y según la policía no parece entender la situación.
Obviamente la señora está a disposición judicial.
Yo me hago tantas preguntas, aparte de las obvias, ante esta historia; preguntas tal vez pueriles para algunos: ¿Cómo sabes que te está llamando la policía y no un desconocido? ¿Cómo no vas a saber que la niña está sola si solamente vive contigo? ¿Cómo se sabe una niña de 5 años el número de móvil de su madre?
Y la pregunta principal ¿Cómo esta madre puede ver normal su proceder?