EL ORGULLO DE SER ESPAÑOL o LA GRANDEZA DE LOS SIGNOS

Nací en España, luego soy Español (con mayúsculas) y, tópico al canto, es un orgullo ser Español.

Pues hace tiempo que me llevo cuestionando si soy un buen o un mal español, un buen o mal patriota. Y hace poco dos hechos han desatado una polémica en mi fuero interno.

El primero ha sido la encuesta realizada en Portugal donde se preguntaba si verían con buenos ojos una posible anexión a España (más o menos esa era la pregunta) y, para sorpresa mía y de la mayoría de los que comentaban el resultado de la encuesta, un tercio de los encuestados verían con buenos ojos esa posible anexión. ¿Poco patriotas? ¿Interesados económicamente? ¿Intoxicados por alguna propaganda que desconocemos? ¿Europeistas convencidos?

A raíz de esa encuesta yo me planteé la pregunta inversa ¿Vería yo con buenos ojos que España fuera anexionado por Portugal (o por cualquier otro país)? Después de mucho reflexionar llegué a la conclusión que, nombres apartes, estaría dentro del tercio que lo vería con buenos ojos. Me explico: creo que el futuro pasa por la supresión de las fronteras, luego un buen paso sería el ir unificando países “próximos” hasta conseguir de una vez por todas unos Estados Unidos de Europa con un solo gobierno de verdad. Una Europa unida.

El segundo hecho que me ha hecho reflexionar sobre mi bondad patriótica ha sido otro “banderazo”: 300 metros cuadrados de tela coloreada, 50 metros de mástil y encima dicen que no flamea al viento. Desperdicio de materiales.

En un primer momento pensé, otro caprichito de uno pagado por todos. Luego repensé. No, estás confundido. Pretende ser un golpe de autoridad, pero ¿sobre quien? Sobre los nacionalistas sin duda, pero….hombre si resulta que esos van a ir de la mano a la más mínima oportunidad. ¿Será entonces un complejo de inferioridad como dice “la niña”?

Pues no, después de estar pensando un montón de tiempo he llegado a una conclusión. Este hombre es un incomprendido, este hombre quiere el bien de sus semejantes pero no puede hacerlo a las claras. Eso es lo que sucede. Y lo que pretende es poner una señal que se vea desde bien lejos para que los pobres inmigrantes que llegan por mar localicen sin problemas la isla. Eso es lo que pretende este hombre, ayudar. Sin duda alguna.

Así que sigo sin saber si soy un buen o un mal español, pero he llegado a la conclusión que me importa un….vamos que me importa poco. Lo siento, señores.