¡Cuánto gaznápiro!
Hacia tiempo que no me dejaba caer por aquí, no estaba de humor. Pero hoy una noticia me ha sobrecogido el ánimo.
Ahora resulta que para investigar en España resulta que hay poner dinero del bolsillo, por que la Universidad va retrasada en pagos… y vamos no es una noticia filtrada por cualquiera sino reconocida por el vicerrector de Investigación de la Universidad de Oviedo, Pedro Sánchez Lazo.
Pues ya me vendrán dentro de poco los políticos en época de elecciones a marearme con números y estadísticas y a convencerme de que este país no está tan mal en materia de Investigación…
no, tan mal no… PEOR.
Y en otro orden de cosas, donde también abundan los gaznápiros y, sin duda, con más mala baba…pues nada que los dedico unos versos para que se culturicen un poquito, sin acritud:
No he de callar, por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.
¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
Hoy, sin miedo que libre escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.
… / / …
Ni los trujo costumbres peregrinas
el áspero dinero, ni el Oriente
compró la honestidad con piedras finas.
Joya fue la virtud pura y ardiente;
gala el merecimiento y alabanza;
sólo se codiciaba lo decente.
No de la pluma dependió la lanza,
ni el cántabro con cajas y tinteros
hizo el campo heredad, sino matanza.
Y España, con legítimos dineros,
no mendigando el crédito a Liguria,
más quiso los turbantes que los ceros.
Menos fuera la pérdida y la injuria
si se volvieran Muzas los asientos:
que esta usura es peor que aquella furia.
Caducaban las aves en los vientos
y expiraba decrépito el venado:
grande vejez duró en los elementos.
Que el vientre, entonces bien disciplinado,
buscó satisfacción y no hartura,
y estaba la garganta sin pecado.
Del mayor infanzón de aquella pura
república de grandes hombres era
una vaca sustento y armadura.
No había venido, al gusto linsojera,
la pimienta arrugada, ni del clavo
la adulación fragante forastera.
… / / …
Hoy desprecia el honor al que trabaja,
y entonces fue el trabajo ejecutoria,
y el vicio graduó la gente baja.
Por no extenderme he copiado fragmentos sueltos, espero sepan entenderme.