Sunday, May 28, 2006


¿Qué es un lungalto?

Para empezar un lungalto huye de las verdades absolutas y, por tanto, de las definiciones. ¿Por qué? Por que habrá tantas definiciones de lungaltos como lungaltos haya, pero intentaremos una aproximación.

Daré la explicación que me dio el primer lungalto que conocí: mi abuelo. No era analfabeto: sabía leer y escribir, le gustaba leer e inculcó en todos sus hijos el amor por la cultura en general, aunque su extracto era humilde, muy humilde. Las cosas de la rueda de la fortuna. Mi abuelo solía contar historias, cuentos a niños como era yo entonces, cuando me contó este:

Un padre y un hijo, analfabetos pero no tontos, estaban en el campo recogiendo espárragos (plantas silvestres comestibles) y vieron a un lagarto tomando el sol debajo de un cartel bien grande que ponía “ PROHIBIDO CAZAR REPTILES” en letras muy muy grandes. Ellos no entendieron lo que ponía el cartel pero sabían que si cazaban al lagarto, este dejaría de comerse las moscas y estas le molestarían así que mejor dejar al lagarto en paz y mejor respetar el cartel que lo habían puestos los del ayuntamiento.

Le dijo el padre al hijo

Mira hijo un lungalto

No, padre estás confundido no se dice así, se dice langalto— contestó el hijo al padre.

No hijo el confundido eres tú, se dice lungalto— le replicó el padre.

Mira padre no vamos a reñir, cuando volvamos al pueblo le preguntamos al maestro que sabe mucho y así salimos de dudas.

Pues si te parece vamos ya que tenemos espárragos para la cena y la comida de mañana.

El lagarto, sonrió para sus adentros, por que había conseguido lo que en el fondo quería, así que siguió a la pareja sin que se dieran cuenta, a distancia, hasta que llegaron a casa del maestro. Allí oyó lo siguiente.

Buenas tardes señor maestro, mire usted es que mi padre y yo hemos visto un langalto. Bueno él dice que un lungalto y queremos que usted nos saque de dudas, si se dice langalto o lungalto.

El maestro los miró con aire de suficiencia y aburrimiento y sin dejar de abanicarse los contestó

Bueno, eso es fácil de contestar. Se puede decir de las dos maneras. De ambas está bien dicho. De todas maneras esperar que tengo aquí a mano un libro que nos dice de que familia es el animal — y el maestro se levantó y cogió un libro muy gordo que consultó — y los dijo además el lungalto o langalto, que de las dos formas está bien dicho, pertenece a los rentiles

¿Cómo ha dicho maestro? ¿A los qué? – le dijo el padre.

A los rentiles hombre, a los rentiles.

¿Lo podría escribir en la pizarra por favor?

Claro, dijo el maestro.

Y se levantó y escribió en la pizarra RENTIL. Luego, se volvió, miró para los espárragos que tenía el padre en la mano, y comentó:

Buenos espárragos lleváis. Pues una sopa ya me comía yo esta noche

Pues tenga usted unos cuantos señor maestro, dijo el padre. Y hable con los del ayuntamiento, que el cartel que está en el campo lo tienen mal escrito, que lo corrijan de una vez.

El lagarto, sonrió y se volvió tranquilamente a tomar el sol. Sabía que el maestro no volvería a comer sopa de espárragos a menos que saliera él al campo a cojerlos.

Espero que haya quedado claro lo que es un lungalto: es el animalito que toma el sol y nunca veía al maestro por el campo pero olía a sopa de espárragos cuando pasaba por debajo de su ventana y, claro, se cansó de tanta injusticia.

Para amenizar el cuento la imagen del lagarto volviéndose a tomar el sol. ;-)))

Sunday, May 21, 2006


UN ASPECTO DE LA REALIDAD QUE ME RODEA

Uno de mis pocos lectores, debéis ser nación , me escalda con esconderme tras de mis aficiones vacuas y no comprometerme con la realidad. Al lungalto le crecieron las conchas por palos de mala baba mal curados y tampoco pretende convertir esto en un pasquín y, tal vez, tenga que darle un poquito la razón al lector. Así que hoy voy a hablar de la realidad circundante al lungalto, de un trocito de ella: el miedo al dictador.

El lungalto, como cualquiera, está rodeado de pequeños dictadores. Estos a veces incluso son aceptados y aclamados por quienes los padecen mientras no toca la hora de sufrirlos directamente.

Intentaré explicarme algo mejor. Un dictador no siempre está manifestándose como tal, está ahí siempre pero manifiesta su poder muy pocas veces. La mayoría de veces “el reloj funciona solo” y mientras el reloj marca la hora nos olvidamos que detrás hay un dictador y si somos de los que vemos la hora mientras existe una mayoría que no la ve incluso aclamamos al dictador. Lo malo es cuando hay que dar cuerda al reloj, entonces el dictador manifiesta su poder y nos damos cuenta que existe. Las reacciones son variadas pero predomina el miedo a lo desconocido. ¿Desconocido? Si, por que la mayoría ha hecho un mito del dictador y ya no le ve como una persona sino como un ente por encima de la persona e incluso se refiere al dictador con reverencia.

El lungalto se preguntaba esta semana, sobre todo ayer que estuvo viviendo las reacciones de un grupo sobre un dictador (voy a obviar los calificativos sobre el poder real del dictador en cuestión para no caer en el pasquín), ¿esta gente se ha olvidado que el dictador es tan persona como ellos? ¿se han olvidado que tiene sus debilidades, sus miedos y que incluso se puede negociar con él? ¿a cuento de qué viene tanta reverencia? ¿tanto poder real tiene el dictador?

¿Como concluir? Pues estoy recordando al primer lungalto que conocí: mi abuelo que solía decir una frase cuando hablaba de estos dictadores; antes de sentarse con ellos; antes de salirles al paso con la fuerza de la razón:

“El que nunca fue cosa y después cosa lo hacen, cuando se pone a hacer cosas, ¡Dios mío que cosas hace!”



Para ilustrar un grabado de Goya de su serie inacabada: Caballo raptor o disparate desenfrenado, gracias a Almendrón

Sunday, May 14, 2006




Otra afición: la pintura flamenca e hispano flamenca

¿Por qué? Por el colorido y por el detalle.

El colorido es difícil de apreciar a través de internet y el detalle casi imposible. Existen algunas páginas, bases de datos de cuadros, que entre otras utilidades tiene la posibilidad de ampliar la reproducción digital del cuadro, ajustarlo al ancho o al largo de la pantalla. Algo se aprecia. También existen algunos museos que se preocupan por la reproducción digital de sus fondos y que sí permiten ver algunos cuadros en detalle.

Ahora bien como la visión en directo aún no hay nada.

Mi experiencia más placentera en este campo: la visión del retablo del Cordero Místico de los hermanos Van Eyck en Gante. Visitar Bélgica es toda una experiencia, sólo por ver el retablo ya merece la pena ir y pasarse un par de horas contemplando esa obra maestra de la pintura.

Mi pintor favorito: Rogier de la Pasture, o Rogier Van der Weyden, pues de ambas maneras se le conoce. Con un cuadro suyo intentaré poner un ejemplo de lo que es la pintura flamenca y de los detalles que atesora.

El cuadro en cuestión, San Jorge y el dragón, mide 14,3 cm. X 10’5 cm. una miniatura en sí. Está en Washington, en la National Gallery of Art, y según ellos ha sido una de sus adquisiciones más caras. Aparte del cuadro pongo dos detalles del mismo y os propongo que os fijéis en el fondo, en el paisaje, en la vida cotidiana retratada en un espacio mínimo, en los reflejos en el mar, en el río. Toda una obra de arte. Todo un pintor.

Para apreciar la grandiosidad del cuadro os aconsejo que recortéis un folio con el tamaño del cuadro, así podréis apreciar mejor la "grandiosidad" de las miniaturas.

Monday, May 08, 2006

Encendiendo un cigarro


Humidor

FIN DE SEMANA CASERO

Por motivos que no son importantes, creo yo, este fin de semana he estado sin salir de casa acompañado de amigos y conocidos. Mi casa es humilde pero dispongo de una estancia propia donde no molesto a nadie; aprovechando esto un amigo (amigo de verdad) y yo hemos hecho una comparación (decir cata sería una pretensión) de cigarros puros: el viernes tabaco de Vuelta abajo, Cuba; el sábado tabaco de Breña Alta, La Palma y el domingo de Cibao, República Dominicana.

Conclusión: para gustos colores y en relación calidad precio se lleva todas las comparaciones el producto nacional con mucha diferencia.

Como el tiempo nos sobraba redactamos unos pequeños consejos.

CONSEJOS PARA DISFRUTAR DE UN CIGARRO PURO.

Seleccione un sitio de confianza como lugar de compra, preferiblemente una Cava de cigarros con una buena conservación de los mismos.

Mantenga los cigarros en buenas condiciones de temperatura (sobre 18 grados C) y humidificación sobre (70% de humedad), recree un microclima tropical para la conservación de los cigarros; si los conserva en casa compre un humificador. Procure que no le de el sol directamente al humificador ni ponga el mismo cerca de una fuente de calor directa como un radiador.

Elija el cigarro más adecuado para cada ocasión, teniendo en cuenta el tiempo que le llevará su consumo. Si es la primera vez que se prueba una determinada vitola conviene catar un tamaño Corona (134 mm X 17 mm aprox.). Un cepo amplio siempre tiene un mejor tiro del cigarro que un cepo estrecho, aunque ahora la moda parece imponer un largo excesivo con un cepo pequeño: panatela larga.

Antes de encender el cigarro, elija el lugar adecuado, verifique que no va a molestar a nadie con el humo y relájese, preparándose para una intensa y placentera experiencia sensorial. Procure rodearse de una agradable compañía, como siempre que pueda, fume un cigarro o no.

Calcule el tiempo que va a precisar para fumar su cigarro y dependiendo de él el formato del cigarro, procure que se ajuste lo máximo, no encienda un cigarro de hora y media para fumárselo en media hora; elija bien el momento: evite las precipitaciones, tanto en esto como en todos los momentos de la vida. Las prisas sólo son buenas para los ladrones y los malos toreros.

Ya que hay opiniones encontradas al respecto, puede elegir entre dejar la vitola o quitarla, aunque en este caso debe tener cuidado de no dañar la capa exterior del cigarro, la capa, propiamente llamada. Cuando haya consumido una parte importante del cigarro, retire la vitola: nunca deje que se queme. Aunque yo soy partidario de quitarla desde el primer momento si el cigarro se consume en público: huya siempre de la ostentación.

Disfrute del olor del cigarro antes de encenderlo. Capte todos los matices del tabaco antes de encender el cigarro y, a ser posible, rellene sus hojas de cata y vaya guardándolas y poniéndolas al día. También puede disfrutar del grado de humedad del cigarro apretando suavemente el mismo oyéndole crujir suavemente si se le acerca al oído. Descubrirá el sonido distinto de cada cigarro y de cada estado de conservación del cigarro. Ejercite todos sus sentidos con el cigarro.

Recuerde que debe cortar el extremo sellado del cigarro, con un corte proporcional al grosor del mismo. El corte debe ser limpio, perpendicular al cigarro y lo suficientemente amplio: unas tijeras especiales o un cortador de doble filo, especialmente diseñados para este cometido, son las mejores opciones a mi entender. Huya del punzón siempre y en determinados formatos de cigarros algunos fumadores prefieren el cortador en cuña. Usted elige; al final usted es el que disfruta o sufre con la elección.

No sumerja el cigarro nunca en una copa de ninguna bebida alcohólica ni en una taza de café, hecho de muy mal gusto que distorsiona el sabor del cigarro y supone un desprecio para el esforzado elaborador del mismo. El tabaco tiene su propio sabor, degústelo.

Al encender, recuerde hacerlo con una llama corta, separada un centímetro del cigarro y girando la punta hasta que esté uniformemente encendida; nunca sumerja el pie del puro en la llama ya que si lo hace el tabaco se convertiría en carbono y su sabor a quemado permanecerá desde la primera a la última calada. Solamente entonces, cuando se forma una anilla de brasa uniforme, debe dar la primera calada. Bajo ningún concepto debe hacer el cigarro el llamado efecto “túnel”, encender el cigarro más por un lado que por otro. Si es así procure corregirse en el siguiente cigarro.

No utilice encendedores de líquido, velas o fósforos de azufre, sino encendedores de gas, fósforos largos de combustión lenta y sin azufre o láminas de cedro.

No sacuda la ceniza constantemente, hay que dejar que crezca, y además debe evolucionar de modo uniforme, para lo que conviene ir girando el cigarro en la mano. Lo mejor es que la ceniza se desprenda sola, sin forzar su caída.

Un cigarro bien fumado no se le tiene por qué apagar solo, a no ser que esté defectuoso: hay que practicar un poco para aprender su evolución y conseguirlo. Cuando lo dé por concluido, deposítelo en el cenicero para que se apague solo. Si necesitara depositar el cigarro en un cenicero que nunca toque el fondo del mismo la parte que arde, esta debe permanecer siempre en el aire. La elegancia debe acompañarnos hasta la conclusión del proceso, como siempre en esta vida; elegantes hasta en el andar.

No fume precipitadamente, sino a intervalos de un minuto más o menos para que el cigarro no se apague. No tenga prisas, nadie le va a quitar el cigarro. Disfrútelo.